Guadalajara: La Perla de Occidente

  • warning: array_merge() [function.array-merge]: Argument #2 is not an array in /home/acervono/public_html/includes/theme.inc on line 275.
  • warning: array_merge() [function.array-merge]: Argument #1 is not an array in /home/acervono/public_html/includes/theme.inc on line 278.
  • warning: array_merge() [function.array-merge]: Argument #2 is not an array in /home/acervono/public_html/includes/theme.inc on line 275.
  • warning: array_merge() [function.array-merge]: Argument #1 is not an array in /home/acervono/public_html/includes/theme.inc on line 278.
  • warning: array_merge() [function.array-merge]: Argument #1 is not an array in /home/acervono/public_html/themes/newsflash014/themes/newsflash/template.php on line 28.
  • warning: array_merge() [function.array-merge]: Argument #2 is not an array in /home/acervono/public_html/includes/theme.inc on line 275.
  • warning: array_merge() [function.array-merge]: Argument #1 is not an array in /home/acervono/public_html/includes/theme.inc on line 278.
Vuelo de palomas, timbres de campanas, alegría de octubre, ?estas de la ciudad, charrería, sones de mariachis, luces de colores en el cielo tibio de sus noches, eso es Guadalajara, la Perla de Occidente, la Florencia de América.
 

Notario Héctor Antonio Martínez González

Se impone para el visitante junto con los tapatíos, hacer un recorrido por el centro histórico de la ciudad, asentada por cuarta vez, en este valle de Atemajac en el año de 1542.

La Catedral


Es el edi?cio de mayor prosapia en la ciudad. Fue la penúltima de las siete primeras catedrales erigidas en el siglo XVI en territorio mexicano. Su estilo tiene mucho de renacentista, fue levantada en tiempos anteriores al barroco y en su momento, estuvo al grito de la moda como edi?cio modernísimo. Sus ingresos conservan la majestuosidad  del Manierismo, con un parámetro apaisado que forman tres paños verticales tonel recurso de cuatro machones. Su planta, con cerramientos de tercelete, de tres naves de igual altura, nos recuerda las construcciones alemanas del siglo XIV. Sus apoyos centrales cruciformes con entablamentos sobre el capitel y sus ventanas en juego de tres, tiene in?uencia del Renacimiento Italiano. Las torres fueron un agregado de Martín Casillas Circa 1600.

Este noble edi?cio se vio vejado por el ir y venir de las modas, perdiendo su ?sonomía interior barroca de diecisiete retablos dorados y coro al estilo toledano, para presentarlo ahora con ambientación neoclásica y elementos románticos que incluyen las actuales torres, terceras en orden constructivo.

El templo fue dedicado a la Virgen María en su Asunción al Cielo, en 1618 y en la sacristía se encuentra un lienzo al óleo de esta advocación del pincel de Bartolomé Esteban Murillo.

El Sagrario

Sobre el antiguo cementerio catedralicio, al sur de la iglesia madre, se desplanta el Sagrario Metropolitano construido de 1908 al 1935, principalmente con donativos del Obispo Fray Antonio Alcalde y a cargo de los Arquitectos José Gutiérrez y Manuel Gómez Ibarra. Su estilo es neoclásico; presenta un pórtico con pilastras y columnas dóricas y ático rematado con escultura de piedras de la Fe, Esperanza y Caridad.

Las plazas

1. La más antigua y primera en su importancia es La Plaza de Armas o Plaza Mayor, con su Kiosco francés, romántico, de apoyos de estípites renacentistas, de la época del por?riato y construida frente al Palacio de Gobierno, conforme a las ordenanzas de Felipe II, desde los inicios de la ciudad. A lo largo de los más de cuatrocientos cincuenta años ha sufrido todo tipo de modi?caciones, unas de buen gusto y otras sin el, según criterios de los gobernantes en turno.

2. Frente a Catedral y tonel Palacio Municipal, se localiza la Plaza de los Laureles o de los Fundadores o Guadalajara. A mediados del siglo XVII y por sugerencia del Alarife Martín Casillas  se construyó la plazuela de catedral en lo que fuera media manzana. En los trabajos 1948-1952 se terminaron de derrumbar las construcciones existentes para liberar el espacio como hoy se encuentra.

3. Similar historia cuenta la antigua plazuela de la soledad por el viento norte de catedral, hoy plaza de los jaliscienses ilustres. Dotada con un kiosco en el siglo pasado, también fue conocida como plazuela Por?rio Díaz y posteriormente Herrera y Cairo. Al oriente luce magní?co el edi?cio del museo regional. Vale resaltar, al sur, la puerta lateral de ingreso a Catedral de purísimo estilo y líneas clásicas. Al centro del espacio existe hoy día, una rotonda y enmarcándola, 18 de estatuas de cuerpo entero y tamaño natural, de bronce, de otros tantos ilustres jaliscienses.

4. Para terminar la cruz de plazas trabajadas en la época del Gobernador Jesús González Gallo, según proyecto del Arquitecto Ignacio Díaz Morales, esta la plaza de liberación conocida popularmente como la del “Dos de Copas” con sus dos grandes fuentes que arrojan fuertes chorros de agua.

Su ambientación arquitectónica comprende señeros edi?cios coloniales y del siglo XIX. Al norte, el Mueso Regional, el Congreso del Estado y el Tribunal de Justicia con Santa Maria de Gracia al fondo; al sur, palacio de gobierno y edi?cios civiles, con San Agustín al fondo; al oriente, el Teatro Degollado y al poniente, la parte posterior de catedral  que nos permite mirar un ángulo amable y único de tan mencionado edi?cio.

Palacio de Gobierno

Edi?cio barroco elegante, con remarcado carácter civil, garitas en sus esquinas, de dos pisos, ingresos almohadillados, gárgolas en forma de cañón y almenas de petos y espalderas de piedra.

Su construcción tardó casi 150 años, 1643- 1790. Se pudo terminar gracias  a los impuestos que ingresaron por las ventas de vino mezcal, hoy tequila. La lógica nos permite concluir que además de sus muchas cualidades propias, el tequila sirve también para construir palacios.

En este inmueble se encontraban las o?cinas gubernamentales y la vivienda de los gobernantes Del 26 de noviembre de 1810 al 4 de enero de 1811, alojó al cura Hidalgo quien durante su estadía expidió los dos bandos de abolición de esclavitud.

En 1858 poco falto para ser fusilado el presidente Benito Juárez quien salvara la vida gracias a la intervención de Guillermo Prieto que increpo a los soldados:  “los valientes no asesinan”. En 1859 explotó la Santa Bárbara con todo el parque reunido por los conservadores, incidente que prácticamente destruyó el inmueble. En 1855 se construyó la caseta del reloj. En 1889 falleció en sus habitaciones el gobernador Ramón Corona último mandatario que vivía en el palacio, como consecuencia del atentado del primitivo Ron. En 1979 se reconstruyó el edi?cio según sus planos originales y con los criterios de conservación del patrimonio cultural.

En el cubo de la escalera principal luce extraordinariamente magni?co el libertador Miguel Hidalgo del pincel de José Clemente Orozco. También en el antiguo recinto del congreso lugar que ocupo la capilla virreinal se encuentra otro mural del mismo artista. Merece especial mención el salón de embajadores, con ajuares románticos y adornos del siglo pasado.

Palacio Municipal

El 31 de diciembre de 1952, el Ayuntamiento Tapatío, estrenó el edi?cio que hoy conocemos como Palacio Municipal.

El Diseño es del arquitecto Vicente Mendiola y fue ejecutado por la asociación de Ingenieros y Arquitectos de Guadalajara. Su estilo es neocolonial y los críticos de arte a?rman que es uno de los moldes más estéticos y representativo de esta corriente. Presentaelementos del barroco y no desconoce cierta in?uencia del Palacio de Gobierno. Sus cuatro portales que dan servidumbre de paso le dan distinción ocupa parte de los itérennos donde anteriormente se levantaba el Palacio Episcopal.

Su elegante escalera con derrames pareados, exorna cinco paneles del pincel de Gabriel Flores sobre Guadalajara que representa: la conquista, muerte de Pedro de Alvarado, fundación de la Ciudad, la Evangelización y el Paseo del Pendón.

Al Poniente del Palacio Municipal se ubica el Convento e Iglesia de Mercedarios fundados en el primer tercio del siglo XVII por el obispo de la Nueva Galicia y miembro de esa Orden, Fay Francisco de Rivera y Pareja. En el atrio que aún conserva los arcos de la portería, se levanta airosamente el astil del templo. Es de la buena época del barroco; su diseño revela un gusto culto por la proporción y armonía. Está formado por un ingreso de medio punto, segundo cuerpo con tres nichos como se miran en Catedral, ventana coral y remate. En la sacristía, hay un lienzo al óleo de medio punto, con el martirio de San Pedro Arbuens, facturado por Diego de Cuentas en 1709.

Museo regional

Creo que muchos tapatíos estarían de acuerdo en a?rmar que el edi?cio del Museo es uno de los más hermosos de la ciudad.

Data de los ?nales del siglo XVII, profundamente remodelado a mediados del siglo XVIII. Se destino original fue para albergar al Seminario Conciliar del señor San José. Su ingreso en manifestación culta del barroco salomónico; la estatuilla del santo patrono en el nicho del segundo cuerpo, es de alabastro de época. Sus patios, una delicia arquitectónica que dan paz y elevan el espíritu de quienes lo visitan.

Sirvió de cuartel tanto a la insurgencia como a realistas. Regreso al seminario, volvió a ser alojamiento militar; biblioteca pública, liceo y escuela normal para varones y en 1918, gracias a las gestiones de Jorge Enciso e Ixca Farías, Museo Regional. Su pinacoteca es digna de ser admirada.

Palacio legislativo


Lo que fuera en otra hora la señorial casa de los Gómez de Parada y La Real Fábrica de Tabaco, durante el Gobierno de Flavio Romero de Velazco, se construyeron y adaptaron para acoger los legisladores del Estado.

El Palacio se inauguró en 1982. Tiene dos plantas con corredores de seis arcos por sus cuatro lados que ambientan el característico patio colonial de remarcada in?uencia tapatía. El recinto de sesiones es moderno y cómodo y con la dignidad que su función amerita.

Palacio de Justicia


Lo que fueran las arcadas principales o de monjas profesas del Convento dominico de Santa María de Gracia, después de las inclaustraciones de la Reforma, el Gobernador Luis C. Curiel, las transformó en liceo de señoritas. En 1952 se adecuaron para ubicar en ellas, al supremo Tribunal de Justicia. Su apariencia exterior es ecléctica y en el cubo de la escalera existe un mural referente a la Reforma, realizado por Guillermo Chávez Vega en 1965.

Al oriente del Tribunal se encuentra parte de la iglesia del referido convento.
Sus ingresos tienen de?nitiva in?uencia catedralicia. Por estos lugares se localizaba en el siglo XVI, la primitiva parroquia de San Miguel y la Catedral Provisional.

Teatro Degollado

EL Gobernador Santos Degollado, ilustre liberal, en plena lucha con los conservadores, ideó construir un teatro a la altura de la Ciudad. En 1855 se inició la tarea de levantarlo en la Plaza de San Agustín. Después del correspondiente concurso, el proyecto ganador fue del Arquitecto Jacobo Gálvez. Inicialmente se denominó Teatro Alarcón. Habiendo fallecido en batalla su promotor, en 1861 recibió el nombre que aún hoy conserva.

El arco del escenario y la bóveda de piedra pómez están considerados como éxito arquitectónico. Este cerramiento fue decorado al óleo por el propio Arquitecto Gálvez y su discípulo Gerardo Suárez; representa el canto cuarto de la divina Comedia con la esceni?cación del Limbo que alberga a todos los hombres justos de la antigüedad, ?lósofos, poetas, historiadores, sabios, etcétera, con número de setenta.

El 13 de septiembre de 1986, en época de Maximiliano, se inauguró el edi?cio con la Ópera de Lucía y la presencia de la “prima dona” Ángela Peralta.

Los murales de El Tiempo, Las Horas y Las Famas son obras de Felipe Castro. En 1959 por empeños del Gobernador Juan Gil Preciado y bajo la dirección del Arquitecto Ignacio Díaz Morales, se realizaron las obras de remodelación del Teatro tal y como hoy luce. En el ático vemos un alto de Apolo y las nuevas Musas labrado en mármol travertino por Benito Castañedas.

Al sur del teatro se localizan la iglesia de San Agustín, la portería y patio principal del convento. Si bien es cierto que los agustinos se asentaron en la ciudad a ?nales del siglo XVI, estas construcciones son cien años posteriores. El ingreso al templo es de la modalidad pura del barroco con elementos neoclásicos del siglos pasado.
La pequeña torre de dos cuerpos, es de los volúmenes bellos y bien proporcio-nados de la ciudad. Aquí tuvo su factoría el gran pintor Diego de Cuentas que estuvo activo en la primera mitad del siglo XVIII.

Plaza Tapatía

Desde cerca de medio siglo, existía en algunos tapatíos la idea de una explanada que uniera al Hospicio Cabañas con el centro histórico de la ciudad. En 1979 se inició su construcción y lamentablemente no se cuidaron los criterios patrimoniales de esa parte de la urbe donde en el siglo XVI nació la retícula original. Perdimos entonces más de una treintena de monumentos históricos y artísticos, virreinales y republicanos. A cambio tenemos tres hectáreas y media de senacios abiertos, fuentes, macetones y alborotantes, construcciones híbridas y escenogra?tas.

Hospicio Cabañas

13 de diciembre de 1979, llegó a la ciudad el nuevo Obispo Juan Cruz Ruíz de Cabañazas y Crespo quien traía presentes las disposiciones de Carlos IV para la construcción de una casa de expósitos.

Los planos los proyectos el arquitecto valenciano Manuel Tolsá y la realización de la obra se encargo a José Gutiérrez y posteriormente a Manuel Gómez Ibarra. Con ellos trabajo el alarife de San Miguel de Mezquitán, José Ciprés.

La insurgencia suspendió los trabajos y el obispo hubo de abandonar su sede. Fue hasta 1845 cuando se concluyo la Casa de Caridad y Misericordia de Guadalajara. En 1980 el Gobierno del Estado decidió construir habitación nueva a los huérfanos tapatíos y destino el noble edi?cio para centro cultural de la ciudad, empañándose luego en su total restauración.

El pórtico de ingresos está sostenido por seis columnas toscazas. Son veintitrés los tapatíos o espacios abiertos, sobresaliendo el primero conocido como “de los naranjos” o “patio de honor” y el grande a espaldas de la capilla o frente a la gran cocina; la super?cie total cuenta con 175 por 185 metros.

La capilla es cruciforme; con un proporcionado ingreso de tres arcos y elegante espadaña; la cúpula, grácil y atrevida, se desplanta sobre dos series de dieciséis columnas, dóricas por fuera, jónicas por dentro. En 1939 José Clemente Orozco creó en el interior de la capilla, los murales más fuertes y geniales de la plástica mexicana con pasajes de las Conquista. Importante entre los importantes es el monumental y único “hombre de fuego”.
AdjuntoTamaño
La Perla de Occidente .pdf4.55 MB