I Antecedentes del periodismo en Guadalajara Uno de los mejores medios para probar el acaecimiento de sucesos ó hechos trascendentales, son las noticias e insertos que contienen los periódicos. Ciertamente, el investigador debe considerar las circunstancias en que salió a la luz el impreso, a efecto de no dar por acreditado lo que pudiera ser efecto de las pugnas políticas e ideológicas, o incluso las antipatías de quienes escriben, siendo muy peculiar los de índole o?cial. |
|
La historia regional y los anales patrios, no se deben asentar sin haberse antes consultado las fuentes documentales, entre las cuales destacan a partir del siglo XIX, los periódicos.
Nos asegura don Juan B. Iguíniz, jalisciense relevante como investigador y bibliógrafo, que la carencia de una o?cina tipográ?ca en Guadalajara, retrasó la aparición de la prensa.
Establecida la primer imprenta tapatía el año 1792 por Don Mariano Valdez Tellez Girón, casi a la par de la fundación de la Universidad de Guadalajara, nuestro suelo neogallego elevó su nivel cultural y, paulatinamente, el escenario local sería propicio para que los impresos, así fueran simples hojas volantes o discursos, se multiplicaran.
Indudablemente el celo cívico impulsó a los guadalajarenses de 1809, para editar un folletín que intitularon “Semanario Patriótico”, mismo que sólo se reimprimía aquí, pues el original era peninsular, redactado en los días de la invasión napoleónica.
Iniciada la guerra de independencia mexicana, el Padre de la Patria estableció su sede en la Perla de Occidente, y desde ?nes de noviembre de 1810 integró su gobierno, el primerísimo auténticamente nacional. Una de sus acciones primordiales enseguida, fue alentar la aparición de un órgano de difusión, el cual circuló a partir del jueves 20 de diciembre del año mencionado. Don Francisco Severo Maldonado, el Dr.
Angel de la Sierra y Fr. Francisco Parra, fueron piezas básicas para la publicación de ese periódico, mismo que hoy se recuerda con admiración: El Despertador Americano, del cual sólo hubo siete números siendo el postrero el del 17 de enero de 1811, fecha aciaga para la insurgencia pues en Puente de Calderón fue abatido el ejército de Hidalgo.
Para lograr el indulto, Severo Maldonado dio a la imprenta un periódico de matiz realista, mismo que intituló El Telégrafo de Guadalajara, al cual asimismo se le subtitulaba como “Semanario Patriótico”, que alcanzó a 82 números, es decir hasta febrero de 1813.
De marzo de ese año de 1813 al 15 de abril, apareció El Mentor Provisional, proemio de El Mentor de la Nueva Galicia, dedicado a divulgar los principios constitucionales de la Carta Suprema de Cádiz, así como noticias de diversa índole. De este aparecieron 27 números, siendo el primero de fecha 10 de mayo, día en que se juró con gran júbilo en Guadalajara, la Constitución.
A partir de ese momento, postrimerías de 1814, ya no hubo más periódico de imprenta tapatía, hasta que se publicó a ?nes de agosto de 1820, El Espectador del Régimen Constitucional en el Reino de la Nueva Galicia, cuya secuela se agota en octubre del mismo año.
¿Cómo se informaban los habitantes del futuro Jalisco, de los sucesos más importantes de ese tiempo? Por lo general oralmente y por medio de cartas, volantes y avisos: aquellas eran de índole privado, éstos de carácter público. En cuanto a prensa sólo se tenía la “Gaceta de México”, editada en la capital del virreinato, al servicio de los intereses de la corona y sus mandarines coloniales, la cual circuló hasta el 29 de septiembre de 1821, durando casi once años de existencia en su tónica antinsurgente.
La restauración en 1820 la vigencia de la Constitución de Cádiz, trajo como inmediatas consecuencias, la reinstalación de la Diputación de Guadalajara y la de los numerosos ayuntamientos en funciones cuando se había desconocido a la ley gaditana en 1814. Por lo tanto, los anhelos independentistas se revivieron, y por otra parte los peninsulares y criollos acaudalados, pre?rieron el camino de la separación hacia España, con lo que la colonia se aproximó a su emancipación política.
II Aparición y re?exiones sobre la gaceta del gobierno de Guadalajara
Mientras que Agustín de Iturbide desplegaba sus ambiciosos planes que lo llevarían meses después a lucir la corona imperial mexicana, en San Pedro Tlaquepaque se proclamaba el 13 de junio de 1821, la independencia de la antigua Nueva Galicia. El lema fue “Independencia o Muerte”, y se hizo de forma tan avasalladora que en Guadalajara el férreo gobernante español, Don José de la Cruz, pre?rió huir de la ciudad tomando por Zapopan hacia Durango. Los nuevos insurgentes culminaron por ?n lo que una década atrás había quedado inconcluso, pues, al vencer al régimen realista, ahora con?guraban al nuevo gobierno provincial.
Comunicar hechos, acuerdos, ideas y leyes a los pobladores del extenso territorio neogallego fue visto por los ?amantes gobernantes como de primer orden, por lo que una semana después de aquella célebre fecha del 13 de junio, apareció un “prospecto” u hoja impresa anunciando la inminente publicación de “La Gaceta del Gobierno de Guadalajara”, lo cual sucedió el sábado 23 de junio de 1821.
Ese fue el primer órgano o?cial de lo que enseguida sería el Estado de Jalisco, y que por su relevancia de ser el de más antigüedad de la República, debe ser evaluado en su justa dimensión. De él no existen ejemplares en la Biblioteca Pública del Estado, ni en la del Archivo Histórico de Jalisco, donde se guardan los periódicos o?ciales estatales. Tampoco la tiene el Congreso del Estado y por comunicaciones personales, se sabe que la tuvo el historiador José Cornejo Franco, cuya biblioteca riquísima ahora la posee Don Jorge Alvarez del Castillo; la única constancia de que realmente allí esté la valiosísima colección, nos la da Don José Ma. Miquel I Vergés, en su obra “La Independencia Mexicana y la Prensa Insurgente”, publicada por El Colegio de México, en 1941, páginas 273-278 y reimpresa en sobretiro o folleto por el Ayuntamiento de Guadalajara en 1993, bajo el título de “Gaceta del Gobierno de Guadalajara”, como edición conmemorativa de los 200 años de la imprenta en la ciudad. De la obra completa de 1941, hay una edición de 1985 por el INEHRM-Secretaría de Gobernación. Este autor español (1905-1964) fue el único que se ha ocupado y visto la valiosa publicación en la última centuria; lástima que no la reprodujo y nadie lo secundó.
También se aseguró que la poseyó el historiador jalisciense José Ramírez Flores, de donde fue trasladada a la biblioteca del Doctor Ernesto Ramos Meza: la busqué y han sido vanas las exploraciones al respecto, no obstante que Ramiro Villaseñor lo a?rmó y aún la familia de Ramos Meza lo acepta.
Quien si las tuvo a la vista lo fue el notable historiador Luis Pérez Verdía, ya que en su obra no superada a la fecha sobre Jalisco y su historia particular, constantemente se le cita como fuente de primera mano, a partir de la página 217 del tomo segundo, cuando narra hechos de los años de 1821 a 1823.
De allí en fuera, casi nadie la alude como su fuente, a no ser que quien la cite repita lo dicho por Pérez Verdía. El lema de ese valioso periódico se escribía en latín, a la usanza de la época, y decía: “Amor libertatis nobis est innatus”, que traducido signi?ca, “el amor a la libertad es innato en nosotros”, frase que debería perpetuarse en algunos edi?cios públicos del Estado.
La Biblioteca Nacional de México y la Hemeroteca, a pesar de que cuentan con la documentación más rica del país, no tienen más que por excepción algún ejemplar de esta prístina publicación que nos ocupa, elaborada en los talleres de Don Mariano Rodríguez, tipógrafo tapatío que heredó la imprenta de su propiedad al ilustre Dionisio Rodríguez.
En el libro magní?co de reciente edición (diciembre de 2000) que se intitula “Publicaciones Periódicas Mexicanas del Siglo XIX”, en la página 117, se a?rma que: “La Hemeroteca Nacional sólo conserva un número, pero con base en la revisión que se hizo a la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco –que conserva, además el primer semestre del año de 1823….- se sabe que en 1823 se publicaba dos veces por semana, los miércoles o martes y el sábado….” Al respecto ya dejamos claro: la “Gaceta” aparecía ordinariamente dos veces a la semana: los miércoles y sábados; los números extraordinarios y los “alcances”, en cualquier día.
Otros autores como Miguel Velasco Valdez, aseguran que el periódico desapareció en 1822, y los redactores del libro antedicho, suponen que la “Gaceta” que ellos estudiaron “forma parte de una publicación que sucedió a la primera…”, es decir, la inicial de junio de 1821, con el matiz de “insurgente” todavía, y propiamente o?cial, la de 1823 por ser cuando se le varió una parte del subtítulo: “Gaceta del Gobierno de Guadalajara capital del Estado Libre de Xalisco”, variación que obedecía al hecho de que la Provincia de Guadalajara, antigua Nueva Galicia, se había transformado en el Estado Libre de Jalisco a partir, de hecho, desde el 12 de mayo y de derecho, el 16 de junio, ambas fechas del año 1823.
En efecto, luego del Plan de Casamata del uno de febrero de 1823, la Diputación Provincial de Guadalajara y todas las autoridades locales apoyaron al movimiento, lo cual, proclaman el día 27 de ese mes. A partir de entonces en el título del periódico al mencionar el nombre de la Provincia, se le antepone la palabra “libre”.
Para el día 12 de mayo, se declara la autonomía provincial y se suspenden los decretos y ordenes del gobierno central, comenzando a hablarse de la “República Federada” formada por estados libres.
En la “Gaceta” del día 24, ya se dice: “Pueblos del Estado libre de Jalisco… la Diputación Provincial cierta de vuestra opinión dio la voz de República Federada, y ella parece ser oída de las provincias limítrofes…” De?nitivamente el 16 de junio se acordó la creación formal del Estado.
En su espléndida obra “El Periodismo en Guadalajara 1809-1915”, Don Juan B. Iguíniz, trata lo referente a la Gaceta; al respecto escribe: “Al organizarse el Gobierno Provisional, del que se hizo cargo el Gral. Don Luis Quintanar, se procedió a la creación de un órgano o?cial bajo el título de Gaceta del Gobierno de Guadalajara y con el lema de “Amor libertatis nobis est innatus”. Se publicó a partir del 23 del propio mes de septiembre….” Aquí incurre en dos errores: el nombre del gobernante y la fecha de aparición de la Gaceta, y eso lo han seguido cometiendo quienes tocan el tema. A pesar de los enormes recursos con que cuentan los investigadores de la Hemeroteca Nacional perteneciente a la UNAM, ellos también inciden en similares errores y omisiones al hablar sobre la Gaceta del Gobierno de Guadalajara.
En primer lugar, como en ese colosal repositorio sólo se conserva un ejemplar, el número 18 del 12 de agosto de 1823, se ven impedidos para exponer una certera idea sobre la “Gaceta” de 1821-1822, que es de la que ahora nos ocupamos especialmente, o sea, el periódico o?cial del gobierno neoinsurgente guadalajarense.
Por otra parte, si es cierto que la Biblioteca Pública de Jalisco, conserva una colección de la “Gaceta”, pero esta se compone de ejemplares a partir del año 1823, desde enero, y por lo tanto se escapan al análisis de la originalísima de junio de 1821 hasta ?nes de 1822. Las a?rmaciones de autores como el citado Velasco Valdez, en su libro “Historia del Periodismo Mexicano. Apuntes”, publicado en 1955 por Manuel Porrúa, al decir que la Gaceta desapareció en 1822, carecen de fundamento, pues el periódico continuó circulando en su segunda etapa, recogiendo las circunstancias y peripecias para crear el Estado Libre de Jalisco (Xalisco) en junio 16 de 1823, pero virtualmente como anotamos ya, convertido en órgano de la Entidad autónoma desde mayo de ese año, en que repetidamente se mencionaba a la antigua provincia como “Estado” y con su indistinta grafía, en la denominación de “Xalisco y “Jalisco”.
En cuanto a nuestro coterráneo el señor Iguíniz, comete el doble craso error de a?rmar que aparece la “Gaceta” el 23 de septiembre de 1821, siendo que fue el 23 de junio, y atribuir a Luis Quintanar la creación del órgano o?cial, es decir de la Gaceta del Gobierno de Guadalajara. La realidad es que quien gobernaba tras proclamar la independencia de la Provincia, fue el Gral. Pedro Celestino Negrete, con quien colaboraban estrechamente el Coronel José Antonio de Andrade y Baldomar, segundo comandante del Ejército de Reserva (con ese título se identi?caban las milicias de Negrete), el señor Antonio Basilio Gutiérrez y Ulloa, Intendente y Jefe Político Superior cuando se ausentaron aquellos, y quien fungía como asesor y secretario, Don Antonio de J. Valdez, escritor y publicista incansable, además de los doctores José de Jesús Huerta y Victoriano Roa, con la decidida participación del editor Urbano Sanromán, quien sucedería a don Mariano Rodríguez, a partir de la Gaceta número 129 del sábado 14 de septiembre de 1822.
El Gral. Quintanar fue nombrado Capitán General y Jefe Político Superior por Iturbide el 19 de septiembre de 1822, lo que se publicó en la Gaceta del 12 de octubre siguiente; arribó a nuestra Perla Tapatía, hasta el 15 de noviembre del año (1822) y tomó posesión material como gobernante, el 16, según lo publica la Gaceta número 151, y jurando los cargos ante la Diputación el 20 de dicho mes y año. En consecuencia, la “Gaceta” fue auspiciada por Negrete y sus colaboradores, entre los que sobresalen el ya citado periodista de origen cubano, Don Antonio de J. Valdez y los miembros de la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Guadalajara, pero destacando, el Doctor José de Jesús Huerta y el Capitán Urbano Sanromán. Don Victoriano Roa, que participó también, lo hizo a partir del gobierno de Quintanar, con quien se cree llegó.
Los datos de Iguíniz, hacen cometer equívocos al bibliógrafo tapatío Ramiro Villaseñor y Villaseñor, quien en su obra “Urbano Sanromán Primer Editor de Guadalajara y del Federalismo” (Guad., 1977) nos dice que la Gaceta se publicó “ a partir del 23 de septiembre de 1821 siendo encargado de la dirección D. Antonio J. Valdez, nacido en Matanzas, población de la isla de Cuba en 1777, a quien al poco tiempo le sucedió en su cargo D. Victoriano Roa, escritor y político…”(Pág.155).
En su “Breve historia del periodismo”, Don Carlos Alvear Acevedo nada dice de la “Gaceta”, a pesar de que publicó su obra en 1982, en editorial Jus de México. Nuestro paisano Moisés Ochoa Campos, apenas la enlista en la página 101 de su “Reseña Histórica del Periodismo Mexicano” (editorial Porrúa, Méx., 1968), lo cual repite Yolanda Argudín en su “Historia del Periodismo En México”, publicada por Panorama Editorial en 1987 (página 41). Como Alvear Acevedo, la Enciclopedia de México, tampoco cita a la Gaceta, mientras que el Diccionario Porrúa de Historia, Biografía y Geografía de México, alude a la de Zacatecas, que fue diez años después.
Como hemos dicho, la “Gaceta” tuvo un prospecto, que ni Miquel I Vergés mencionó, cuya más probable fecha es del miércoles 20 de junio, ya que el primer ejemplar o?cial apareció el sábado 23 de ese mes, del año 1821, saliendo ordinariamente a la luz pública también los miércoles, es decir dos veces a la semana, y como antes lo explicamos: en ocasiones se publicaron “alcances” y a veces números extraordinarios adicionales al anterior, pero que por haberse registrado acontecimientos notables, era menester difundirlos antes del siguiente número de carácter ordinario.
La Gaceta del Gobierno de Guadalajara, es pues un documento extraordinario ahora en poder del Instituto de Estudios del Federalismo “Prisciliano Sánchez”, obtenido tras afanosas indagaciones, en la Biblioteca “Nettie Lee Benson” de la Universidad de Texas, en Austin, Estados Unidos de Norteamérica.
Ver texto completo en archivo descargable en PDF
Adjunto | Tamaño |
---|---|
El Primer Periodico Oficial Jalisciense.pdf | 445.68 KB |