| Cuando se han recibido tantas satisfacciones: Primero creo que debo de dar gracias a Dios por todo el tiempo que me ha dejado vivir y todo lo que me ha dado, segundo debo de dar gracias a mi esposa, compa�era y madre de mis hijos, luego doy gracias tambi�n a mis hijos quienes tambi�n me han dado grandes satisfacciones y tercero darle las gracias a todos los integrantes del Colegio de Notarios y por �ltimo a todos los fedatarios que integran el mismo; por las muestras de amistad que me han otorgado sin merecerlo. |
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Dios se los pague.
El d�a 7 de diciembre del a�o 2002 mi Colegio de Notarios me distingui� otorg�ndome la medalla conmemorativa de los 40 a�os Maestro Constancio Hern�ndez Albirde. Ese d�a fue el m�s memorable de mi vida pues cumpl�a 40 a�os 4 meses de haber recibido el ?at de Notario N�mero 2, para ejercerlo en mi pueblo Encarnaci�n de D�az, Jalisco; el ?at me fue otorgado por el entonces gobernador del estado Profesor Don Juan Gil Preciado a instancias del Lic. Jos� de Jes�s Lim�n Mu��z, ambos que en paz descansen. Como en ese entonces el libro de protocolo ten�a que ser autorizado por el Lic. Don Constancio Hern�ndez Albirde, esta circunstancia me permiti� conocerle, y de �l aprend� a querer y respetar la profesi�n de notario, con el tiempo y como ven�a por lo regular cada a�o a que se me autorizara un libro de protocolo fui haciendo amistad con el Lic. Constancio, quien al ver mi aspecto de ranchero empezamos a platicar de caballos, que admito sab�a m�s que yo, pero tuve la satisfacci�n de ser invitado en unas 3 ocasiones a montar con �l sus caballos. En ese entonces los notarios for�neos de pueblo ten�an muy poco trabajo pues los delegados de hacienda hac�an todas las escrituras ya que eran privadas, pues s�lo nos dejaban las certi?caciones, los permisos y poderes.
Por todo lo anterior la medalla que se me otorg� Maestro Constancio Hern�ndez Alvirde me llena de orgullo y me produce una gran satisfacci�n pues siempre tuve cari�o y respeto por el maestro.
En el a�o de 1974 y siendo gobernador del estado, el Lic. Alberto Orozco Romero me autoriz� cambio de adscripci�n de mi pueblo a esta ciudad d�ndome la opci�n de escoger mi notar�a pero en ese entonces llevaba amistad con el Lic. Cesar Octavio Pe�a titular de la notar�a 9 y que me dijo que lo iban a nombrar Director del Instituto Mexicano del Seguro Social, me coment� que me quedara de suplente en la n�mero 9 cosa que acept�, pero como al Lic. Pe�a no le dieron el tra- bajo, a m� nunca me dej� trabajar por lo que tuve que seguir litigando.
Un d�a andando en Palacio de Gobierno, me llam� el Lic. Santiago Camarena en ese entonces titular del Departamento Jur�dico del Estado y me dijo: �Guerito Parada� pues as� me dec�a, que el se�or Lic. Ignacio Beruben Arquiet le encarg� que si no me quer�a hacer cargo de su notar�a que era la n�mero 26, de antemano le dije que s� y como coincidencia tambi�n andaba en Palacio el Lic. Beruben Arquiet a quien le dije que lo quer�a ver el Lic. Camarena y ya �l mismo me dijo que para qu� lo quer�a, era para decirme que si no quer�a hacerme cargo de su Notar�a, inmediatamente le dije que s� y en la o?cina del Lic. Camarena, el Lic. Beruben me dec�a que lo pensara a lo que le dije que no ten�a ni qu� pensarlo, ya que de eso ped�a mi limosna, a continuaci�n hicimos todos los tr�mites necesarios para pasar de la 9 a la 26 donde qued� adscrito otorgando el acuerdo el entonces gobernador del estado Flavio Romero de Velazco ?rmando el ?at el d�a 29 del mes de diciembre de 1978 a quien tambi�n por este medio mi m�s sincero agradecimiento.
Tomando en cuenta que lo que hac�a en mi pueblo era muy sencillo y lo que hac�a aqu� era m�s complicado siempre recurr�a con mi amigo el Lic. Alejandro Navarro Flores quien siempre me ayud� a salir y resolver el problema que le consultaba.
Muchas gracias Lic. y amigo.
Otra de las grandes satisfacciones que me ha otorgado el ejercicio de la profesi�n de notario fue el d�a 3 de diciembre de 1994 cuando se me entreg� por mis 30 a�os la medalla Lic. Enrique Ramos Romero la recib� con mucho honor y orgullo ya que lo conoc� y trat� en varias ocasiones; adem�s es el padre de distinguidos y prominentes notarios como son el Lic. Rodolfo y el Lic. Enrique.
Muchas gracias por todo ello.
Ya adscrito a la n�mero 26 comenc� a relacionarme con los dem�s notarios conociendo al Lic. Adalberto Ortega Sol�z quien fue el sucesor del Lic. Constancio y el iniciador de la casa de notarios y a quien le pagu� mi cooperaci�n para la edi?caci�n de la casa de notarios.
Muchas gracias se�or Lic. Adalberto.
Ya dentro y en el ejercicio de la profesi�n fui conociendo a los grandes amigos como Arturo Ramos �rias presidente del colegio y a quien tanto se le debe, pues considero que fue el uni?cador de los notarios, pero creo que los que m�s nos uni?c� fueron las convivencias notariales a las que yo considero no como una convivencia sino como una hermandad. Continuador de esta el Lic. y Notario Javier Herrera Anaya y ahora nuestro presidente Lorenzo Bail�n Cabrera de quien me cabe la satisfacci�n de haber conocido a su padre el Lic. Manuel Bail�n Gonz�lez, gran jurista y notario, del cual hacen honor sus tres hijos notarios.
Much�simas gracias por la amistad que me han brindado.
Debo manifestar que amo y respeto mi profesi�n de notario que me ha proporcionado muchas satisfacciones y los medios para educar a mis doce hijos, me es muy satisfactorio cuando se entrega a un cliente sus escrituras de compra venta que ampara su casa, pues me acuerdo de la satisfacci�n que yo sent� cuando el Lic. Don Guillermo Robles Mart�n del Campo me entreg� las escrituras de mi casa pues hasta las abrazaba, adem�s la satisfacci�n de que el se�or Lic. Don Guillermo Mart�n del Campo no me cobr� honorarios por ser notario, aunque fuera de pueblo por eso estoy seguro que el licenciado Don Guillermo Robles Mart�n del Campo est� en el cielo.
Muchas gracias.
Al escribir lo anterior me viene el recuerdo de mi amigo que en gloria est� Jorge V�ctor Ramos G�mez que a su memoria elevo una oraci�n; as� mismos dada la amistad que me ha brindado el Lic. Jaime Natera en todos los sentidos tambi�n quiero dejar constancia de mi agradecimiento.
Muchas gracias Lic. Natera.
Algunos compa�eros notarios me han preguntado que c�mo es que soy muy amigo del Lic. Don Salvador Villase�or Morales, ya que es una persona muy especial, y les contesto que precisamente por lo especial del� Lic. Salvador Villase�or Morales, cuya especialidad para m� consiste en dar la amistad sin l�mites y sin condiciones pues su amistad es sincera y s�lo eso lo hace muy especial.
Muchas gracias Don Salvador.
La presencia del Lic. Don Alberto Orozco Romero, su distinguida esposa� Mar�a Luisa y su hijo Tito, su presencia y sus palabras de aliento nos produjeron mucha tranquilidad por lo que los recordaremos siempre y les viviremos eternamente agradecidos.
Muchas gracias.
Debemos de agradecer la presencia de todos los amigos de Rub�n quienes lo acompa�aron hasta la �ltima morada port�ndose como verdaderos amigos y nos dec�an que se les hab�a ido un hermano, que as� lo consideraban.
Muchas gracias a todos.
De mi profesi�n de abogado gracias a la providencia, he podido mantener y educar a toda mi familia, de la profesi�n de notario he recibido los honores y grandes satisfacciones por las medallas otorgadas.
Dios me ha permitido vivir muchos a�os, celebrar mis bodas de oro al cumplir 50 a�os de casado acompa�ado de todos mis hijos, pero tambi�n me ha dado el golpe m�s duro que reciben los padres de un hijo que se les muere, pero afortunadamente la formaci�n cat�lica de toda la familia nos ha permitido sobreponernos y resignarnos a la voluntad de Dios, adem�s con el apoyo de todos los compa�eros notarios que nos acompa�� de una manera ?rme y cari�osa nos dio seguridad y fortaleza.
Muchas gracias.
Sabemos que a nuestro hijo Rub�n, Dios s�lo nos lo prest� durante 30 a�os para que nos dejara 3 recuerdos llamados Rub�n, Andrea y Santiago, que hacen su recuerdo imborrable, tengo la seguridad de que mi hijo est� en el cielo pues siempre fue buen hijo, buen cat�lico, buen padre, buen esposo, por ello sus padres y hermanos lo recordaremos siempre con amor, estas peque�as memorias las he escrito para dedicarlas al recuerdo de mi hijo Rub�n.
Muchas gracias.
Dios los bendiga.
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